viernes, 25 de marzo de 2016

CUANDO COMETES UN ERROR

CUANDO COMETES UN ERROR ... Cuando Comprendemos, estamos en el centro del círculo, y allí permanecemos asentados mientras el "Sí" y el "No" se persiguen mutuamente alrededor de la circunferencia. Chuang Tzu Me encanta que lo que es verdaderamente valioso no pueda ser ni visto ni oído. No es nada y es todo, no está en ninguna parte y está debajo mismo de tus narices; de hecho, es tu nariz, junto con todo lo demás. No puede alcanzarse ni lograrse porque, en cuanto empiezas a buscarlo, lo pierdes. No tiene que lograrse, sólo notarse. Nada de lo que dice nadie es verdad, y ningún pensamiento que emerge dentro de ti es verdad. No hay nada. Y sin embargo, aquí está el mundo de nuevo. El sol, el cielo. La acera. El perro trotando al final de su correa. Cuando comprendes que eres uno con la realidad, no buscas porque comprendes que lo que tienes es lo que quieres. Todo tiene sentido porque no superpones tu pensamiento a la realidad. Y cuando cometes un error, te das cuenta de inmediato de que no fue un error; fue lo que tenía que suceder, puesto que sucedió. Byron Katie Mil nombres para el gozo

HAY LECCIONES

Hay lecciones muy importantes que todo el mundo ha de aprender en esta vida. Por ejemplo, aprende a hacer lo que sea calladamente, con discreción, sin hacer ruido ni darse bombo. No dejes a un lado esas lecciones o pienses que conoces todas las respuestas y que por tanto no tienes que aprender lecciones tan elementales. Mira muy dentro de ti y no dejes que el orgullo espiritual te impida ver tus fallos, pues no se te podrá usar plenamente si consientes que el orgullo espiritual se interponga. Muy a menudo el orgullo puede impedirte aprender lecciones nuevas y vitales que están aguardando ser aprendidas, e impedir tu desarrollo espiritual. Siempre hay algo nuevo y maravilloso que aprender y absorber, y tan sólo serás capaz de hacerlo cuando estés dispuesto a estar abierto y seas consciente de lo que necesitas. Persigue satisfacer esa necesidad con verdadera humildad y profunda gratitud. En esta vida nunca se deja de aprender. Eileen Caddy

TEN PRESENTE

Ten presente en tu conciencia que lo bueno procede de todas las cosas y que cada experiencia se te da para ayudarte a crecer y a expandirte. Date cuenta de que sin experiencia de primera mano no serías capaz de entender ni de abrir tu corazón a tus semejantes, sino que permanecerías distante e incluso en disposición de juzgar y condenar. Se te han proporcionado experiencias, sin que importara su grado de dificultad o extrañeza, para un propósito. Intenta ver Mi mano en todas las cosas, comprueba que nada es por casualidad, y que no existe cosa alguna que pueda considerarse fortuita. Date cuenta de que atraes hacia ti todo lo mejor o todo lo peor de la vida. Puede ser paz, serenidad y tranquilidad, o puede ser caos y confusión. Todo eso procede del interior, de tu estado de conciencia; por eso, no le eches la culpa a tu entorno. Un caracol lo lleva todo consigo, incluso su casa. Tú lo llevas todo dentro de ti, y eso se refleja en el exterior. Eileen Caddy

COMO MANEJAR LA RABIA

CÓMO MANEJAR LA RABIA? DE LA RABIA QUE DESTRUYE A LA RABIA QUE RESUELVE Muchas de las emociones que sentimos cotidianamente, –entre ellas la rabia– son consideradas en nuestra sociedad como emociones “negativas”, aunque en realidad hay que entenderlas como valiosas “señales”, que nos informan sobre problemas latentes no resueltos, que debemos aprender a solucionar para mejorar nuestra salud mental. El médico y psicoterapeuta Norberto Levy, en su libro La sabiduría de las emociones (2010) escribe: Anuncio “Solemos creer que las emociones son el problema. Que el miedo, el enojo, la culpa, etc., son los problemas que nos acosan. Y no es así. Se convierten en problemas cuando no sabemos cómo aprovechar la información que brindan, cuando nos “enredamos” en ellas y nuestra ignorancia emocional las convierte en un problema más. Entonces sí, cada uno de estos estados agrega más sufrimiento estéril a la experiencia que vivimos. Pero, repitámoslo una vez más, no es la emoción en sí lo que perturba sino el no haber aprendido aún cómo leer y aprovechar la información que transmite”. LA QUÍMICA DE LA RABIA Como se ha dicho más arriba, todos tenemos la experiencia de enfadarnos y sentir rabia, cuando aparece algún obstáculo que frustra nuestro deseo o necesidad de algo. Químicamente, al sentir frustración frente a un obstáculo que vivimos como amenaza, segregamos adrenalina y noradrenalina, que son unos neurotransmisores del sistema nervioso simpático, responsables de alertarnos y prepararnos para la superación del obstáculo. Por lo tanto, la rabia es un medio para resolver un problema, y su descarga es necesaria PERO NO SUFICIENTE, para recuperar el control y encarar su resolución. EL CORTOCIRCUITO EMOCIONAL Y LA “INUNDACIÓN AFECTIVA” Todos los conductores tenemos la experiencia, de haber dado alguna vez un volantazo salvador ante el peligro de una colisión inminente. ¿Qué ha sucedido? Pues que nuestro cerebro emocional (límbico) se ha “disparado”, bloqueando instantáneamente al cerebro racional, permitiendo así, que los reflejos y las acciones instintivas tomen el mando. El cerebro emocional está “de guardia” permanente, velando por nuestra seguridad, y cuando detecta algún peligro; salta la alarma, sufre una “inundación afectiva” –de adrenalina–, y en pocos milisegundos bloquea toda actividad del cerebro cognitivo, obligando al cerebro en su conjunto, a pensar solo en términos de defensa o ataque. rab La evolución se basa en la supervivencia, y como tal, nuestra especie se habría extinguido ya, si no fuésemos capaces de detectar la presencia del peligro o la cercanía de una compañía sexual apropiada para reproducirnos. A pesar de las grandes prestaciones de nuestro actual cerebro –perfeccionado a lo largo de millones de años–, gracias a Dios, no hemos perdido esta capacidad. En el caso particular de la rabia, cada vez que aparece algún obstáculo que bloquea nuestro deseo o necesidad de algo, nos sentimos frustrados, notando un “subidón” de adrenalina o excedente de energía –vulgarmente llamado “cabreo”–, que necesitamos descargar en forma de rabia, en un intento desesperado para lograr nuestro objetivo. LA NECESIDAD DE “MODULAR” LA RABIA Si no sabemos manejar esa “sobrecarga energética” o rabia; en vez de contribuir a la resolución del problema, se convertirá en un problema en sí misma. Es como si el agua que fluye tranquilamente por una tubería, topa de pronto con un obstáculo que dificulta –frustra– su transcurrir. El agua irá acumulándose, aumentará “la presión” sobre el obstáculo –en un intento desesperado para seguir circulando–, y al final; o logra superarlo o se rompe la cañería. Cuando las emociones son demasiado intensas, el cerebro emocional empieza a dominar sobre el cerebro cognitivo, alterando el funcionamiento mental. Se empieza a perder el control del flujo del pensamiento, y la conducta se resiente en la toma de decisiones (se me nubla la mente, no puedo pensar). Si estas situaciones de “dominio emocional” se prolongan en el tiempo, es probable que desemboquen en estados de estrés, que de no solucionarse, pueden acabar como ataques de ansiedad o de pánico.

carta a la nina que hay en mi

– Carta a la niña que hay en mí: Hola, soy tú, pero con alguna arruga más, con algunos años más y con muchísimas cosas aprendidas y por aprender. Cada día pienso en ti e intento recuperar tu dulzura y tu ingenuidad. La vida me ha hecho pasar por circunstancias complicadas, como la muerte de un ser querido, la enfermedad de un familiar o de un amigo, la ruptura con varias parejas, la pérdida de un trabajo… Pero nunca te olvidé. También he vivido circunstancias muy felices, he conocido a gente maravillosa y he estado en lugares increíbles, he amado, he besado, he abrazado, he reído y, sobre todo, he aprendido cosas que no quería saber y cosas que sí quería conocer. Lo que he aprendido: A veces aprender ha sido doloroso, porque la vida me ha enseñado cosas que cuando era niña no sabía y ahora preferiría no saber, como que hay personas a las que quiero mucho y que pueden enfermar, que hay personas a las que amé con todo mi corazón y que por diferentes circunstancias han desaparecido de mi vida, y que hay veces en las que no he sido capaz de expresar mis sentimientos como tú lo hacías. Sin embargo sé que sigues existiendo en algún lugar de mi corazón cuando conduzco y canto muy alto mi canción preferida, cuando bailo sola en casa, cuando me río a carcajadas con un amigo o cuando hago alguna de mis locuras. Aunque a veces, me cuesta sentirte cerca… Voy a necesitar que de vez en cuando me recuerdes que en este mundo hay gente maravillosa, que es capaz de amar y de transmitir amor, que soy capaz de sentir ilusión de nuevo aunque a veces piense que la he perdido y que la vida es mucho más sencilla de lo que parece. Lo que me gustaría: Me gustaría levantarme un día y decir que no voy al cole porque estoy malita, y quedarme en casa dibujando animales imaginarios capaces de volar sin alas o de atravesar océanos de tiza. Me gustaría poder decir siempre lo que pienso, con tanta inocencia que nadie se ofenda. Me encantaría poder llorar en cualquier lugar si así lo siento y no tener que retener mis lágrimas. Y, sobre todas las cosas, quiero recuperar la inocencia de tu mirada, esa mirada que me hacía pensar que el mundo es un lugar amable. No sé cuál fue el momento en que nos separamos, pero fue una separación complicada, e incluso puede que llegara a olvidarte, pero la mirada de una niña en un parque un día de primavera, me recordó las tardes de juegos con mis amigos, la aventura de dormir una noche en casa de una amiga, la curiosidad ante mi primer viaje en avión, mis comentarios indiscretos en cualquier lugar con una sonrisa inocente y curiosa. Lo que necesito que me recuerdes: Necesito que cada día me susurres al oído lo que ya sé pero que a veces olvido sin querer, necesito que me invadas y me obligues a dejarme llevar, a no tener miedo de nada, a sentir y a vivir como una niña. Recuérdame: Que soy capaz de soñar: Los sueños están para hacerlos realidad, no para apartarlos y dejarlos que se pierdan en el olvido. No dejes que me olvide de eso jamás, alimenta mis sueños, empujame a soñar cada día, haz que mis ideas construyan sueños y que estos se transformen en algo que pueda oler, tocar y sentir. Que soy capaz de ilusionarme: A lo largo de mi vida, cada día me he alejado más de tu inocencia, porque las circunstancias que me ha tocado vivir, a veces, he perdido la ilusión y la mirada transparente de cuando era niña, por lo que necesito que me recuerdes que soy capaz de sentir emoción e ilusión por las cosas que me apasionan y por las personas que me hacen sentir bien. Que soy capaz de demostrar mis sentimientos: Tú llorabas sin importarte dónde estabas o reías sin pensar dónde o con quién, abrazabas besabas y de pronto un día yo no pude hacerlo, quizás como una forma de defenderme, quizás como una forma de no mostrar mi vulnerabilidad. Recuérdame que no pasa nada si lloro, si río, si abrazo o si beso, sin razón porque así lo siento. Que debo regalar sonrisas: El mundo a veces es un lugar poco acogedor, pero si sonrío sé que lo veré con otros ojos, con tus ojos, y que podré apreciar cada nube que se mueve en el cielo, cada hoja que cae de los árboles, cada rayo de sol que ilumine mi mirada, que es la tuya. ARBOL