domingo, 7 de febrero de 2016

QUE ES REIKI

¿QUÉ ES REIKI? por MONICA ELENA GOMEZ . Master Reiki El Reiki es un sistema de sanación, autosanación y reequilibrio bioenergéticomediante la transmisión de la energía Universal curativa a través de la imposición de manos. En Reiki se trabaja directamente con el campo energético del paciente, incidiendo directamente sobre los bloqueos que perturban la libre circulación de la energía en su ser, restaura y armoniza sus sistemas, posibilitándolo y mostrándole de forma sencilla, fácil el camino hacia la salud. De todas las artes sanadoras llegadas a Occidente desde el Asia, la disciplina japonesa conocida como Reiki constituye un tesoro inagotable de la cultura Oriental. Reiki consiste en una dinámica en un proceso de circulación de energía benéfica que por sí sola determina la sanación, sin que intervenga la voluntad del reikista, quien actúa como conductor o canal. Reiki no es una religión ni se requiere al iniciado que forme parte de una organización específica. Gracias a las enseñanzas reveladoras del Maestro Usui, la sanación Reiki puede ser hoy practicada por cualquier persona. Usui afirmaba que el universo, todo lo existente posee Reiki, es una onda energética de amorosidad superior emitida por la existencia suprema, en forma de luz pura. Nuestro cuerpo físico o material está animado por esta Fuerza Vital que penetra por unas puertas de entrada denominadas Chakras, y fluye incesantemente a través de unos canales energéticos llamados meridianos y nadis. La palabra Chackra en sánscrito, significa rueda. Un chakra es una puerta de entrada a la energía, es como una válvula de entrada en nuestro cuerpo energético. La función principal de estos vórtices (chackras) essuministrar vitalidad al cuerpo físico canalizando la Energía Universal hacia los órganos, el sistema nervioso, sistema endócrino, digestivo. También tiene una función sobre nuestra psique, tanto en las emociones como en nuestros pensamientos. Y sobre todo en nuestro espíritu. En este momento resulta crucial asumir que sanar y curar son prácticas bien diferenciadas: Sanar, del latín sanare, es restituir la salud perdida o contribuir a que un paciente recobre su salud, alterada por bloqueos energéticos o por desórdenes funcionales, ambientales, emocionales, etc. Curar, del latín guarire, se practica en el ámbito médico y consiste en aplicar al enfermo remedios correspondiente a su enfermedad, que puede manifestarse por carencias, infecciones o disfunciones crónicas y eventualmente, puede incluir intervenciones quirúrgicas. Con esto quiero dejar en claro la diferencia, Reiki no sustituye ningún tratamiento médico ni psicológico, acompaña. Apunta a la sanación del alma, esto puede traer el bienestar físico. Aquí nos encontramos con la gran pregunta, ¿quién enferma primero: el alma o el cuerpo? Sólo por hoy, no te enojes, no te preocupes, sé agradecido, trabaja honestamente, sé bondadoso.

REIKI

A qué llamamos una Crisis de sanación Muchos pacientes de Reiki tras recibir sus primeras sesiones experimentan unos cambios en su organismo que pueden resultar molestos. Es habitual que en los días siguientes a la sesión la persona pueda tener una sensación de náuseas, irritabilidad, sensibilidad excesiva o que pase una semana enfadado. Entonces esta persona piensa que el Reiki le ha ido mal y que no sólo no le ha beneficiado, sino que también le ha causado trastornos en su persona. Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones de pensamiento que nos son nocivos. Esto es lo que llamamos una crisis de sanación. Síntomas mentales-emocionales que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación: Ira Tristeza Miedo Odio Ansiedad Síntomas físicos que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación: Incremento del sudor Incremento de la orina Incremento de las evacuaciones Sarpullidos Vómitos Síntomas de resfriado o gripe Dolores de cabeza Fiebre Dolores del pasado Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos. Cuanto mas largo sea un tratamiento de Reiki más completos y duraderos serán sus efectos. Una sesión por ejemplo, actúa sobre las consecuencias y resuelve problemas puntuales. Por el contrario, el Reiki aplicado planificadamente y sin prisas se orienta hacia la causa de los males y armoniza al individuo y su globalidad. En estos casos el agravamiento aparente remitirá al cabo de dos o tres días pero suele ser conveniente realizar mas sesiones. Además hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto del cuerpo, mente y espíritu. Alguien puede visitar a un reikista para curarse de una dolencia y al final del tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y mental que Reiki produce. Toda metamorfosis implica cierto grado de sufrimiento. Mediante el Reiki se reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen sentimiento de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente pero da lugar a esas crisis emocionales que llamamos "catarsis". Cuando la energía desencadena estos fenómenos traumáticos también conocidos por los reikista como "removidas", el paciente no debe asustarse y abandonar la sesión sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder del Reiki.

Meditacion

Un nuevo estudio publicado en la revista Cancer y firmado por Linda Carlson del Tom Baker Cancer Center en Alberta, Canadá, ha encontrado que algunos pacientes de cáncer de mama que practicaron regularmente técnicas de reducción de estrés, incluyendo mindfulness y yoga, llegaron a cambiar físicamente sus células, a pesar de no estar recibiendo tratamiento. El grupo estaba constituido por 88 pacientes con una media de edad de 55 años, que habían superado el cáncer hacía más o menos un año, pero que aún sufrían diversos problemas emocionales derivados del largo proceso del cáncer. El total de participantes se separó al azar en tres grupos, y se les tomó una muestra de sangre antes y después de 12 semanas que fue lo que duró el experimento. Uno de los grupos fue designado para asistir 90 minutos a la semana a una clases de meditación mindfulness y Hatha Yoga, y además se les pidió que practicasen también en casa durante al menos 45 minutos todos los días. El segundo grupo acudía a una reunión semanal de 90 minutos donde hablaban sobre cómo se sentían. Finalmente, había un grupo control que acudió a una reunión de 6 horas sobre técnicas para sobrellevar el estrés. El análisis de las muestras de sangre al finalizar las 12 semanas de estudio mostraron resultados llamativos en cuanto a la longitud de los telómeros de sus células. Los telómeros son la parte final de los cromosomas, y actúan como protectores de la integridad de nuestro ADN. En cada replicación celular se acortan un poco, por lo que son una medida del envejecimiento celular. Cuando los telómeros desaparecen, la célula empieza a perder parte del ADN, y finalmente muere. Los dos grupos que tenían reuniones semanales en las que se practicaba meditación o se realizaba terapia de soporte a través de la expresión de sentimientos, mostraron unos telómeros de igual longitud a los que tenían al comenzar el estudio. Sin embargo, el grupo al que tan sólo se le dio una clase teórica de control de estrés, sí que mostró un acortamiento de los telómeros de sus células. Es obvio que cuerpo y mente están profundamente conectados, pero es difícil demostrarlo. Estos resultados son un paso más, aunque aún queda mucho por hacer, porque realmente no sabemos cómo la meditación –o el deporte- llegan a evitar que se acorten los telómeros. En un paper publicado hace un tiempo, se vio que la meditación aumentaba la actividad de la telomerasa, que es el enzima encargado de reparar los telómeros. Quizá todo se reduzca a que una eliminación del estrés y las emociones negativas provoca que se reduzca la liberación de las hormonas implicadas en estos procesos, lo que al final lleva a una mayor activación —o evitación de la desactivación— de la telomerasa. Esperemos que nuevos estudios nos resuelvan estas interesantes cuestiones...