miércoles, 9 de marzo de 2016

OSHO

En la vida no hay ensayos. No puedes ensayar una situación; no puedes estar preparado para ella. Te mueves sin estar preparado. Y, cuando descubres este hecho (que moverse sin estar preparado es crear una situación en la que estemos más conscientes), entonces es la situación, y no tú en realidad, la que decide. Todo, tú y la situación total, se juntan y ocurre. Tú no eres el que decide y tampoco eres la víctima. Actuaste como la unidad orgánica de la existencia lo decidió en ese momento. No eres responsable: no hiciste nada; sólo fuiste el vehículo. Éste es el punto medio. Ser testigo, estar alerta, actuar conscientemente, con atención, es el punto medio. Entonces recuerda: no trates de encontrar un punto medio fijo. No hay dónde hallarlo. Y nadie más puede decidir por ti. Ni siquiera tú puedes tomar decisiones para el futuro. Éstos son todos trucos de la mente que te neurotizan. Sólo muévete sin estar preparado. Ésta es la preparación: muévete sin estar preparado; muévete y deja que las cosas pasen. Sólo conserva la conciencia y deja que las cosas decidan por sí mismas. Y te digo que, cuando estás consciente, todo encaja. De repente, todo encaja en el cosmos; no es un caos. A partir de eso desconocido, ocurre lo correcto. Si tú decides, a partir de ti, se produce lo incorrecto. (Osho).

CUANTO HAS INVERTID0

¿Cuánto has invertido en ti?”- Maharaji ¿Hasta qué punto somos conscientes de nuestra propia existencia? Conocemos a nuestro vecino mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Hay personas cuyo comportamiento podemos predecir con mucha mayor exactitud que el nuestro. ¿Cuánto has invertido en ti? ¿Hasta dónde te has permitido comprenderte a ti mismo? Por supuesto, hay personas que dicen: “Eso es muy egoísta”. Sin embargo, abrir el regalo que le ha dado su creador es lo menos egoísta que un ser humano puede hacer. Todas las demás actividades que realizas no tienen nada que ver con esta cosa sencilla llamada “vida”. Tienes que distinguir entre las cosas que puedes hacer porque estás vivo, y el hecho de estar vivo en sí mismo. Hay una diferencia entre ambos. Porque estás vivo puedes hacer muchas cosas, pero todo lo que vas acumulando, todo eso de lo que ahora disfrutas, vendrá y al final desaparecerá. ¿Y qué seguirá existiendo? Sólo tú: esa realidad inmortal, sin complicaciones, sin sofisticaciones, que reside en tu interior. ¿La muerte? Eso es algo que no podemos cambiar. Una vez que ocurre, ocurre. Hemos de partir. Tenemos que irnos. ¿Dónde debería estar nuestra atención? En lo que tenemos ahora. ¿Y qué es lo que tenemos ahora? Esta oportunidad de la vida. No es preciso que acudas a un templo, ni a una iglesia, ni a una mezquita, para averiguar si estás vivo o muerto. Los que están vivos lo saben. Se ha dicho que sin la consciencia, el ser humano, aun estando vivo, es como un cadáver. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es eso que, al faltar, hace que a un cuerpo se le denomine cadáver? Cuando el ser humano ya no tiene consciencia, ¿en qué se convierte? No puede experimentar dolor ni alegría. Si te colocas frente a él y le dices: “Tu cuenta bancaria está vacía”, el cadáver no va a llorar, o le dices: “No tienes trabajo”, no expresará dolor ni tristeza. ¿Y cuál es la razón? Este aliento que se mueve en nuestro interior, esa consciencia. El hecho de que el ser humano tenga consciencia le permite mirar, ver, sentir, decir ‘sí’, o ‘no’. Puede reír o decir: “¡Qué triste!”. Podemos aspirar a todas las cosas a las que aspiramos porque estamos vivos; ésa es la única raíz, la única razón. Pero, si no podemos reconocerlo y comprenderlo, entonces, ¿de qué nos sirve?. (Prem Rawat – Maharaji).

AL AMIGO

Al amigo hay que quererlo... No explotarlo. A la riqueza hay que usarla... No acumularla. A la salud hay que vivirla... No maltratarla. Al amor hay que consentirlo... No vulgarizarlo. Al dolor hay que conocerlo... No entregársele. A la felicidad hay que disfrutarla... No excederse. Al carácter hay que dominarlo... No desbocarlo. Y a los dones desarrollarlos... No desperdiciarlos. Zenaida Bacardí de Argamasilla.

EL SACERDOTE

El sacerdote Pao-ch'e de Ma-ku shan se abanicaba. Un monje se le acercó y le preguntó: "Señor, la naturaleza del viento es permanente y no hay lugar a donde no llegue. Entonces, ¿por qué sigue usted abanicándose?" El maestro le contestó: "Aunque tú entiendes que la naturaleza del viento es permanente, no entiendes qué significa eso de su llegada a todas partes." El monje luego le preguntó: "¿Qué es el significado de su llegada a todas partes?" El maestro sólo se abanicó. El monje hizo una reverencia de profundo respeto. Dogen "Genjo Koan"

ME CONCEDO A MI MISMA

1. Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser. 2. Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar. 3. Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene. 4. Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos. 5. Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo. (Virginia Satir)

DEJAR IR

“Dejar ir” es permitir a los otros, que se hagan responsables de sus vidas. ”Dejar ir”, es no criticar y manejar a alguien, sino convertirme en lo que sueño ser. (Berenice Sáinz Gómez)

EL PERDON

El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. Todo el conocimiento del mundo vale poco si nuestro rencor sigue creciendo cada vez más que el comportamiento de un desconocido que nos recuerda nuestras relaciones no sanadas. ¿De qué nos sirve conocernos a nosotros mismos, si lo usamos para avivar el odio que tenemos y el sentimiento de culpabilidad, que nos dicen que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, jamás seremos capaces de ser, de hacer, ni de servir lo suficiente para ser dignos de nuestro amor propio? El perdón supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar conciencia y desarrollar la compasión, y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos y por los demás es el pegamento que mantiene unido al universo. El perdón es una respuesta, la respuesta implícita de nuestra existencia. El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge el corazón roto y lo repara. Coge el corazón atrapado y lo libera. Coge el corazón manchado por la vergüenza y la culpa y lo devuelve a su estado inmaculado. El perdón restablece en el corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar. Cuando perdonamos y somos perdonados, siempre se transforma nuestra vida. Las dulces promesas del perdón se cumplen y se nos ofrece un nuevo comienzo con nosotros mismos y con el mundo. El concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad. Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión, la traición y la deshonestidad son solo algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables. ¿Se puede perdonar a un trabajador incompetente y despedirlo por no hacer bien su trabajo? No es preciso ir y decirle: Te perdono, aunque a veces esto puede ser una parte importante de perdonar. El perdón solo requiere un cambio de percepción, otra manera de considerar a las personas y circunstancias que creemos que nos han causado dolor y problemas. Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras. Cuando nos quitamos las capas, probablemente se descubrirá que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en el sentido que sea trivial o falso, sino en el de que hay muchos sentimientos y dinámicas por debajo de él. Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar solo aquellos que saben gritar más fuerte. Muchos creen que permanecer enfadados, aferrarse al rencor es sinónimo de poder, energía y dominio. Pero en realidad lo único que descubren son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo y los usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal. A veces es mucho más cómodo sentir rabia que sentir el temor y la tristeza. De hecho, una razón por la que suele ser difícil perdonar es que para hacerlo se debe sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos. Esto puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión. Sin embargo, se debe tratar de recodar que al otro lado del dolor está el alivio y una mayor paz mental. Cuando se lleva gran parte de la vida sintiéndose víctima,puede que halle una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncia a una buena parte de su identidad. Perdonar no significa negar que se haya sido una víctima, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente la identidad y la vida emocional actual.A medida que se vaya trabajando con el perdón, es importante tomar en cuenta los pensamientos que afloran y las reacciones. Si aparece el temor, la autocrítica, las dudas hay que ser amable consigo mismo. Estos sentimientos son como una parte natural del proceso de cambio. En realidad, ser amable consigo mismo es, de por sí, un gran acto de perdón para con uno mismo. Al margen de los pensamientos o sentimientos que surjan, afirma el compromiso de tratarse con amabilidad. Se amable con uno mismo no significa que no ponga esfuerzo y voluntad, ni que se justifiquen pensamientos o comportamientos que se consideran impropios, sino que se puede aprender sin necesidad de azotarse la dureza con uno mismo y que alimenta un ciclo contraproducente que quita poder y favorece el sentimiento de culpa, falta de respeto y autoestima por uno mismo. El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. El perdón es una decisión, la de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada, por historias personales que tienen una capacidad ilimitada y siempre digna de respeto y amor. Cada vez que se hace un cambio, debilitamos el monopolio del ego sobre nuestras percepciones y nos capacitamos para dejar marchar, liberar y olvidar el pasado. El perdón suele experimentarse como un sentimiento de dicha, paz, amor y apertura del corazón, alivio, expansión, confianza, libertad, alegría y una sensación de estar haciendo lo correcto. El perdón es una forma de vida que nos convierte gradualmente de víctima de nuestra propia circunstancia en poderosos y amorosos creadores de nuestra realidad. Supone un compromiso de experimentar cada momento algo nuevo, con claridad y sin temor. Es la desaparición de las percepciones que obstaculizan nuestra capacidad de amar. El perdón nos enseña que podemos estar en desacuerdo con alguien sin retirarle el cariño y respeto. Nos lleva más allá de los temores y mecanismos de supervivencia propio de nuestro condicionamiento, hacia una visión valiente de la verdad que nos ofrece un nuevo campo de elección y libertad, en donde podemos descansar de nuestras luchas. Nos guía hacia donde la paz no es desconocida y nos da la posibilidad de saber cuál es nuestra fortaleza. (Tomado del Articulo El Valor del Perdón de Víctor Manuel Guzmán Villena).

HE DECIDIDO ESTAR SOLA !!

He decidido estar sola por un tiempo… Soy de quienes piensan que las mejores cosas, momentos y personas, llegan por sí solos y cuando menos se planea. Creo firmemente que aquello que se da de manera natural, a su debido orden y tiempo, siempre crea lazos más fuertes y duraderos. He decidido estar sola por un tiempo. Y con sola, no me refiero a aislarme de las personas, sino a aislarme del amor de pareja y las mariposas en el estómago, para concentrarme en mí y crecer como persona. He decidido dedicar más tiempo a lo que me apasiona, a mis amigos y familia. Leer más, escribir más, bailar más, cantar más, sonreír más, ser feliz por mí misma. Procurar verme bonita para mí, arreglarme para mí y enamorarme de mi misma. He decidido depurarme de lo que, y quienes me hacen daño: malos hábitos, malas actitudes, malos pensamientos y personas nocivas. He decidido dar en misma cantidad el cariño y atención que me dan. No por orgullo y mucho menos por vanidad, sino porque por amor propio, debo aprender a identificar cuando doy más de la cuenta y a cambio obtengo nada. He decidido estar sola porque no hay nadie en este mundo que pueda hacerme más feliz que yo misma. Porque el verdadero amor comienza cuando yo me amo, y sólo entonces puedo amar verdaderamente a alguien más. No he decidido estar sola por depresión, ni por amargada, ni porque rompieron cruelmente mi corazón, ni porque ‘’todos son iguales’’… y esto último recalcado puesto que no, no todos son iguales y tampoco yo lo soy, es por eso he decidido estar sola. El hecho de que decida estar sola, no significa que cerraré las puertas de mi corazón; significa que esperaré el tiempo necesario hasta que esté preparada para volver a amar. El hecho de que decida estar sola, no quiere decir que me la pasaré todo el tiempo llorando; significa que disfrutaré al máximo cada emoción mientras pueda, pues a fin de cuentas, como leí alguna vez ”¿Cómo conocerías la felicidad, si nunca experimentas la tristeza?’’ El hecho de que decida estar sola, no quiere decir que no tengo la madurez para tener una relación estable; significa que tengo madurez de sobra para saber que un amor sincero no se busca como un loco, sino que ambas personas se encuentran en el momento indicado y entonces todo surge. He decidido estar sola, porque no hay peor cosa que una persona que le teme a la soledad. Porque estar sola no es ser una persona apática, sino una persona que aprende a conocerse a sí misma y de este modo se relaciona con personas que valen la pena. Buscar a alguien para llenar tu soledad, es de las peores cosas que puedes hacer. Temer a la soledad, es la muestra más clara de miedo y disgusto hacia ti mismo, a quien eres. Es no saber que la felicidad se encuentra en ti, y no en otras personas u objetos. Cuando estas con alguien sólo para no sentirte solo, terminas lastimando a esa persona y engañándote a ti mismo; porque no te unió a ella una atracción sincera y mucho menos el verdadero deseo de compartirle tu felicidad. He decidido estar sola porque deseo sanar mis heridas, deseo rescatar mi esencia y construir mi propia felicidad para después compartirla con alguien más, que también se ame a sí mismo cuando está solo. Quiero estar sola por decisión propia… porque pretender olvidar a una persona con otra, o pretender buscar consuelo al vacío que a veces se suele sentir, es el camino adecuado para terminar estando verdaderamente sólo, sin siquiera tenerte a ti mismo en el proceso. Estoy sola porque sé que cuando vuelva a enamorarme, será de la manera más sincera… y no sólo por despecho o por miedo a mí sin ti.EXTRAIDO DE LA WEB

ALQUIMIA O QUIMICA

Alquimia o quimica Le preguntaron al Maestro cuál era la diferencia entre la química y la alquimia en las relaciones de pareja... y contesto estas hermosas y sabias palabras: - Las personas que buscan "Química" son científicos del amor, es decir, están acostumbrados a la acción y a la reacción. Las personas que encuentran la "Alquimia" son artistas del amor, crean constantemente nuevas formas de amar. - Los Químicos aman por necesidad. - Los Alquimistas por elección. - La Química muere con el tiempo, - La Alquimia nace a través del tiempo... - La Química ama el envase. - La Alquimia disfruta del contenido. - La Química sucede. - La Alquimia se construye. - Todos buscan Química, solo algunos encuentran la Alquimia. - La Química atrae y distrae a machistas y a feministas. - La Alquimia integra el principio masculino y femenino, por eso se transforma en una relación de individuos libres y con alas propias, y no en una atracción que está sujeta a los caprichos del ego. En conclusión, dijo el Maestro mirando a sus alumnos: - La Alquimia reúne lo que la Química separa. - La Alquimia es el matrimonio real, la Química el divorcio que vemos todos los días en la mayoría de las parejas. "Comencemos a construir relaciones conscientes, pues la química siempre nos hará envejecer el cuerpo, mientras la alquimia siempre nos acariciará desde adentro".. "QUE TODAS NUESTRAS RELACIONES SANEN" Jai Maa.

confianza

Confianza "...la confianza florece en el vacío, cuando la dualidad ha caído, ...cuando no se busca y no se espera, cuando todo es confiar y fluir con la vida...entonces el Ser conduce..." Camilo Guerra.

cuando te sientes triste!!

Cuando te sientas triste, sólo siéntete triste. No trates de ‘no sentirte triste’; sólo te estarías dividiendo en dos. No pienses en que te sientes triste. Sólo siéntete triste. Observa las crudas sensaciones en el vientre, en el corazón, en la garganta, en la cabeza. Deja que las sensaciones hormigueen, palpiten, vibren, brillen. Respira en ellas, dignifícalas; suavízate a su alrededor. (es sólo energía queriendo moverse en tu cuerpo.) Suelta la palabra 'triste’; simplemente conéctate con lo que está vivo. Sé el espacio para esas sensaciones, su tierno abrazo. Sabe que esas sensaciones no son un error; no estás haciendo nada malo. Estás vivo. Y eres sensible. Y no estás adormecido. ¡Tienes el derecho de sentirte triste! De mantenerte de pie con la tristeza; sé su amoroso padre, no su víctima. No hay ninguna vergüenza en esto. Ninguna falla. Así que sólo siéntete triste, amigo; tu tristeza es un portal hacia el amor, y un tierno abrazo a este mundo frágil. - Jeff Foster